¿Por qué y para qué meditar?

Por Mónica de la O

Pasaron estaciones, dejamos de ver amigos, familia, suspendimos viajes, incluso dejamos de programarnos en algunos casos sobre fechas o formas de hacer las cosas, reaprendimos, aún lo seguimos haciendo. También hemos aprendido a tener y dar un matiz diferente para evitar tener mayor caos del que respiramos hacia afuera. Y hacia afuera, me refiero no solo al exterior sino hacia afuera de nosotros mismos. He ahí donde algunos de nosotros descubrimos nuevas aficiones y formas de hacer las cosas que antes hacíamos, decidimos crear la mejor versión de nosotros mismos.

Todos y lo he mencionado en las ediciones anteriores funcionamos y somos diferentes, lo que es bueno para unos, para otros simplemente no va. Lo que sí puedo decirte es que una fórmula eficiente de no perdernos en el caos, es la meditación. Y por meditación se puede entender un momento a solas al iniciar la mañana, terminar el día o simplemente tomar un espacio de 5, 10, o 15 min diarios, antes de continuar con otras actividades durante el agitado día. 

La meditación es una práctica sencilla y muy saludable que todos podemos realizar para mejorar nuestra calidad de vida y sentirnos mejor con nosotros mismos. Si la realizamos a diario, notamos todas sus propiedades no solamente a nivel emocional y psicológico, sino también en algunos trastornos físicos.

La meditación es una técnica que se basa en la introspección y en dirigir la atención hacia uno mismo para ser capaces de dejar la mente en blanco, en calma y paz y relajarnos de la rutina diaria. A veces es caminando, tomando una taza de té, escuchando música clásica, realizando cualquier actividad física que nos aleje de pensamientos que generan ansiedad o estrés. Es como mencionaba antes realizar la introspección hacia uno mismo. Su aparición histórica se remonta a los orígenes de varias de las grandes religiones en el mundo., tales como el budismo 

¿Qué puedo mejorar al meditar? 

Los beneficios son infinitos, pero entre algunos de ellos se encuentran: 

  • El reducir los niveles de ansiedad y estrés, aliviando a su vez todos los trastornos que se derivan de ellos.
  • Mejorar nuestro estado anímico.
  • Despeja y da lucidez a nuestra forma de pensar.
  • Relaja nuestra musculatura y descontractura de tensiones acumuladas.
  • Proporciona autoconciencia sobre nuestro propio cuerpo y nos permite desarrollar la concentración necesaria para esta práctica.
  • Nos adentramos, aunque sea por unos minutos, en un estado de silencio interior, donde aprendemos a desconectar del ruido diario.
  • Mejora la manera de relacionarnos con nuestra pareja, con nuestros familiares y con las personas que tratamos, ya que una buena salud mental comienza con un estado de tranquilidad emocional consecuencia de una buena meditación.
  • Reduce el riesgo de contraer enfermedades psicosomáticas.
  • Incrementa la autoconfianza y nos proporciona valores morales de empatía para con los demás.

Y a largo o incluso mediano plazo logramos desarrollar la compasión, el amor, la paciencia y el perdón. Cada uno sabe lo que puede y debe trabajar, esto es un trabajo personal a diario. Es una constante que todo ser humano al realizar se ve beneficiado de él. Y por qué? Pues por que sin duda al paso de las experiencias y momentos acumulamos situaciones que el cuerpo, la mente y el espíritu necesitan liberar o bien, adoptar. 

La constancia del cambio nos permite incorporar nuevas prácticas a nuestra vida diaria. Sea o no fin de año, sea o no época de X Y o Z, la meditación es algo que tiene siglos de existir y se ha evaluado en las diferentes culturas que al adoptar conciencia de los momentos, vivimos mas en el presente, vivimos más la realidad y obtenemos mayor provecho de las circunstancias, pero también aprendemos a dar mas y mejor de nosotros mismos.

¿Quiénes podemos meditar?

Todos, no es exclusiva de monjes, personas que practica el yoga o son expertos en la materia, claro ellos pueden ser excelentes guías para todos nosotros, pero en los niños, al comenzar temprano con sesiones cortas aprenderemos a que los pequeños de casa observen más y tengan mayor conciencia de los espacios y momentos en los que están. Así sea un pequeño jardín, o espacio en casa.

En el caso de los adolescentes, se toma conciencia del propio cuerpo, de la aceptación y de elevar nuestra autoestima y lo importante que es respirar ante situaciones de estrés y ansiedad por los múltiples cambios que ellos van enfrentando, propios de la edad.

En el caso de los adultos, es importante dedicar espacio a la meditación incluso teniendo actividad, como cocinar, lo importante es saber empezar a permanecer en silencio con uno mismo, en conciencia. 

Y para los adultos mayores, llega un momento de serenidad y paz así como confianza de estar en la compañía de uno mismo, de no temer al mañana o estar solos.

¿Dónde podemos meditar?

El lugar ideal existe según nuestra personalidad. Sin embargo procuremos sea donde estemos más cómodos en nuestra compañía, pudiendo ser un bosque, una playa, un jardín, o simplemente una habitación iluminada, en silencio.

Existen varias apps hoy en día que nos pueden ayudar a comenzar estas prácticas, algunas de ellas, algunas son gratuitas otras tienen algún costo y está en nosotros evaluar y tomar la mejor decisión. 

  • Relax
  • Calm

Utiliza la que mejor te convenga, pero sobre todo adopta prácticas que nutran tu ser y tu existencia. El alimento del alma también es importante y nos permite conocernos a profundidad.

 Si deseas mayor información, puedes encontrarme en monicadlo@outlook.com o en Facebook: nurturetrace.com


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