Austria – Viena y los mercados pre-navideños
Austria, y en especial Viena, es un destino perfecto para los meses de octubre y noviembre. La capital imperial combina música, historia y gastronomía en un entorno que en otoño adquiere un aire melancólico y romántico.
Pasear por el centro histórico de Viena es como retroceder en el tiempo. Sus palacios imperiales, como el Hofburg y el Schönbrunn, relucen con la luz dorada del otoño, y los parques de la ciudad —el Stadtpark y los jardines del Belvedere— se llenan de hojas rojizas y amarillas.

A partir de mediados de noviembre, Viena comienza a vestirse con luces y decoraciones navideñas. Los mercados navideños, conocidos como Christkindlmarkt, son una tradición austríaca y uno de los grandes atractivos de la temporada. El más famoso es el que se instala frente al Ayuntamiento, con decenas de puestos que venden artesanías, adornos y delicias como castañas asadas, salchichas y el famoso vino caliente especiado (Glühwein).

Pero Viena no es solo tradición navideña. Su escena cultural es vibrante durante todo el otoño. La Ópera Estatal, el Musikverein y el Konzerthaus ofrecen conciertos de música clásica de talla mundial, con repertorios de Mozart, Strauss y Beethoven. Para los amantes del arte, el Museo de Historia del Arte y el Museo Albertina presentan colecciones únicas en un ambiente más tranquilo que en verano.
La gastronomía vienesa acompaña el clima fresco con sabores reconfortantes: el Wiener schnitzel, las sopas tradicionales y el strudel de manzana son imprescindibles. Nada mejor que disfrutar un café melange acompañado de un pastel en una de las históricas cafeterías, como Café Central o Café Sacher, refugios cálidos en medio de la ciudad.
Viena en otoño es cultura, tradición y sabor. Una ciudad que invita a dejarse llevar por su elegancia y a comenzar a vivir la magia de la Navidad antes que en ningún otro lugar.


