LA TEMPORADA DE LAS OBSESIONES
Pon especial atención al momento en el que las obsesiones ocupan tu mente y trata de reconocer de qué estás tratando de escapar.
Por Ana Willis
En caso de que no se hayan dado cuenta, la primavera está a la vuelta de la esquina. Lo vemos por todos lados, las sutiles – o no tan sutiles – señales de que el invierno se está quedando atrás y la primavera aproxima su llegada. Está ahí en las tiendas y los cambios de color en la ropa. Está ahí en el super y la aparición de frutas y verduras más tropicales, y está ahí en el ambiente orientado a motivarnos para la llegada de la nueva temporada.
Y mientras que la primavera es una temporada alegre y de nuevos comienzos, también es la temporada en la que empezamos a requerir menos capas de ropa para salir a la calle, y se empieza a revelar lo que se encontraba convenientemente escondido debajo de los suéteres y abrigos. Empiezan las preocupaciones por los brazos gordos y las obsesiones acerca de cuánto tiempo queda antes de la llegada del traje de baño, donde verdaderamente queda todo al descubierto.
Es por eso que tiendo a pensar en la primavera como la temporada de las obsesiones. La temporada donde todo a tu alrededor te recuerda de la presión de estar delgada y en forma. Y es en esta época donde de golpe te das cuenta que ya pasaron meses, no has bajado el peso que habías planeado y no has comenzado los proyectos que te habías planteado. Te obsesionas con la dieta. Te obsesionas con el ejercicio. Te obsesionas con lo que tomas. Te obsesionas con la quínoa. Te obsesionas, te obsesionas y te vuelves a obsesionar.
Pareciera que al obsesionarse con algo, la posibilidad se vuelve más real. “A lo mejor si hago 3 horas diarias de ejercicio bajaré una talla. ¿Qué tal si después de dormir a los niños hago abdominales, salto la cuerda y me brinco la cena? No, mejor me voy a levantar todos los días más temprano para salir a correr”. Todo el día nos acompañan los pensamientos y las ideas, y todo el día nos obsesionamos con la ilusión y confort que las obsesiones nos brindan.
¿Pero qué papel juegan las obsesiones? ¿Por qué se vuelven pensamiento recurrentes que no podemos sacar de la cabeza?
Las obsesiones son una manera de manejar las presiones de la vida. Son una forma en que la mente se aísla y se aparta del momento presente para escarparse en una fantasía. Son una forma de ansiedad y pueden tomar distintas apariencias y tener diversos contenidos. En la cotidianidad es más fácil obsesionarse por la talla de unos pantalones que pensar en las cosas que nos hacen infelices. En el trabajo es más sencillo distraer la mente pensando en las porciones de proteínas, carbohidratos y grasas, que pensar en los siguientes pasos en la vida profesional. Las obsesiones son una manera de escapar.
Sin embargo, es importante entender las raíces y el propósito de nuestras obsesiones. ¿Qué función están teniendo en nuestra vida, y qué tanto ocupan nuestros pensamientos?
Esta primavera aprovecha las señales del ambiente para identificar qué obsesiones te despiertan. Pon especial atención al momento en el que las obsesiones ocupan tu mente y reconoce de qué estás tratando de escapar. Sigue el hilo de las obsesiones. Puede ser que descubras las
verdaderas razones por las que no has podido bajar de peso, o qué parte de tu vida te está causando angustia. Valora su propósito y deja que te muestren el camino de regreso a vivir el momento presente.
Ana Willis es psicóloga de México. Cuenta con Maestría en Psicoterapia Psicoanalítica y entrenamiento en Terapia Familiar Sistémica. Actualmente consulta en al área de The Woodlands, TX. La puedes contactar por medio de su página: resourcesbyanawillis.com.